domingo, 7 de agosto de 2011

Lunes

Un día mi campana va a pegarse en la pared. Y bueno, quizás sea mi fin, pero al menos sabré que no fue nada a lo que temía realmente lo que me liquidó. Y si así no fuese, yo volvería a tenderme, a apagarte, y a dudar.
Después, invariablemente escribiría mientras contengo la tos. De forma inútil –así lo siento- escribiría. Lo realmente extraño es como algunas palabras me llevan a figurar además de su significado otro tipo de cosas, o sensaciones.
Eso sí es extraño, a eso sí le temo.